Este cuento sigue el viaje de una piedra pequeña, recogida de un niño, lavada y pintada, entonces escondida para que un otro niño lo encuentre. Al encontrar a Sally la Piedra un niño tenía mucha alegría y se reunió con sus amigos para pintar y esconder otras piedras en varias exhibiciones del zoológico local. Mientras que los niños esconden estas piedras pintadas, aprenden de la bondad, la amistad y como compartir con otros. Al fin del cuento, puede aprender como estos actos de bondad regresan a los niños
como un círculo completo.

Va a disfrutar de las ilustraciones de muchos colores que describen las maravillas de la juventud. Tal vez empieza a pintar y esconder sus propias piedras para unir con este movimiento mundial.